martes, diciembre 05, 2006

Una dosis de realidad

Coincide que Vicente Fox y Ricardo Lavolpe han dejado sus puestos, de presidente de México y de entrenador de la selección nacional de fútbol respectivamente.

Ambos al llegar a sus puestos fueron vitoreados y a lo largo de su gestión se reclamaron apoyos incondicionales. En ambos casos, México como país y como selección de fútbol, los resultados fueron mediocres, un rotundo fracaso.

Los últimos días fueron brutalmente enjuiciados, pero con justicia, ya que las grandes expectativas que había en política y fútbol no fueron correspondidas por los resultados.

Quizá no fueron ellos quienes se equivocaron, sino los electores que llevamos a Vicente Fox a la presidencia, no tuvimos el tino de elegir a una persona con la capacidad de obtener buenos resultados en el ejercicio de gobierno. De igual manera quienes decidieron que Ricardo Lavolpe llevaría a la selección al campeonato mundial tampoco eligieron bien, la actuación de la selección en la cancha fue mediocre y lo que atrajo los reflectores fueron los rumores y peleas con jugadores, entrenadores, directivos y patrocinadores .

Sin duda la historia se repite, muchas alabanzas a Felipe Calderón y a Hugo Sánchez, uno nos llevará por el camino del primer mundo y el otro nos hará campeones del próximo mundial.

Si vuelven a pasar los años y nos encontramos nuevamente maldiciendo a Felipe Calderón y a Hugo Sánchez por no haber cumplido todo lo que nos prometieron, seguramente no estamos aprendiendo nada porque cometemos los mismos errores cuando tomamos decisiones.

Vale decir que no es una virtud el optimismo sin fundamentos, la falsa alabanza que ahora gritamos a los cuatro vientos, pero que al cabo del tiempo se transforman en lamentos y ofensas. No podemos darnos el lujo de la ignorancia, la hipocresía, la simulación... mucho bien nos haría por el contrario una dosis de realidad.

miércoles, noviembre 29, 2006

Un asunto de poder

Según se acerca la hora en que Felipe Calderón Hinojosa protestará como presidente de México, la temperatura sigue subiendo al grado que la tribuna en el recinto de San Lázaro ha sido tomada por los grupos parlamentarios del PAN y el PRD.

En estos momentos se sigue discutiendo quién ha encendido la mecha que desembocó en golpes y empujones, pero la realidad es que el espectáculo que estamos presenciando es una metáfora de la política mexicana. La falta de inteligencia invariablemente tiene como resultado que la fuerza sea el elemento que dirima las diferencias.

Las acciones de cada grupo son meramente simbólicas. El PRD entiende que no hay manera de impedir que Calderón sea presidente, sin embargo hará todo lo que esté a su alcance para hacerle saber que es un personaje indeseado por una gran parte de la sociedad. Hasta el momento Felipe Calderón no ha podido tener un encuentro público porque en cualquier lugar donde se presenta es repudiado. Será un presidente que vivirá escondido haciendo política y negocios de espaldas a la opinión pública, de la misma manera que obtuvo la presidencia: con fraudes y trampas.

Por otro lado tenemos al PAN, dado que no tiene la autoridad ni la inteligencia para legitimar la presidencia, estará recurriendo invariablemente a la fuerza para mantenerse como la autoridad. Ya lo hemos visto en los recientes días, las acciones violentas que han ocurrido en Oaxaca y el cerco policiaco alrededor del recinto legislativo son desde ya responsabilidad del nuevo gobierno, Vicente "el autista" Fox dejó de gobernar el 2 de julio toda vez que ganó su segunda campaña presidencial, con la diferencia que la primera la ganó en las urnas y la segunda manipulando el resultado en los sistemas y en las actas. Un buen ejemplo es el reciente nombramiento del secretario de gobernación, persona que debería tener características como la sensibilidad y la inteligencia, por el contrario ha colocado a Francisco Ramírez Acuña, famoso por su tendencia al uso de la fuerza y a desoír recomendaciones de las comisiones de derechos humanos.

El PRI es quien podría obtener el mayor botín político: aparentemente se mantiene al margen haciendo hipócritas llamados a la concordia y al dialogo, pero está dejando que el PRD y el PAN se desgasten ante la opinión pública para que los ciudadanos cansados de conflictos regresen eventualmente a tachar el recuadro del PRI en las boletas electorales. Sin duda el PRI estará del lado que le otorgue más beneficios, al momento es el PAN dado que es el partido en el poder y con quien mantiene una relación de complicidad e impunidad por los innumerables delitos que han cometido y que no han sido perseguidos.

La política entendida por los políticos no es un tema del bien común ciudadano, sino un asunto de poder. De tal forma ¿puede a alguien sorprenderle que la tribuna este tomada y los diputados intercambien insultos y golpes?

jueves, octubre 12, 2006

Desinformación

"...El derecho a la información será garantizado por el Estado."
Artículo 6o. constitucional.


Los flancos de los ciudadanos que sistemáticamente son vulnerados son múltiples y además nadie se toma la molestia por remediar este hecho, tenemos a ciudadanos en total indefensión y quizá ignorando derechos básicos garantizados por la constitución. Uno de ellos es el derecho a la información.

Existen varias expresiones plurales que reflejan las diferentes posiciones ideológicas y políticas en el escenario nacional: algunas revistas y programas de radio o televisión. Sin embargo tales medios son marginales si los comparamos con el duopolio que de facto ostentan las cadenas de televisión Azteca y Televisa.

La televisión abierta es el medio principal donde los ciudadanos se proveen de información, los noticieros transmitidos por estos canales plantean una hegemonía de contenido que viene transformándose en una "verdad" nacional. Esta falsa realidad está construida sobre intereses de clases políticas y económicas dominantes, la realidad se constituye en función de la agenda ideológica de los dueños -formales o no- de los medios.

Reclamar criterios éticos en televisión resulta ingenuo, pero es una demanda que se debe atender garantizando la imparcialidad y la pluralidad representada por todas las voces surgidas de la sociedad. Los espacios televisivos están copados por personas o grupos con poder económico, quien puede desembolsar el costo del minuto al aire.

La doble ganancia que obtienen las dos grandes cadenas de televisión abierta están conformadas en primera instancia por los recursos que los partidos políticos y el gobierno gasta en promoción de voto, plataformas políticas, logros de programas, etcétera. Millones de pesos propiedad de la nación, sea de la recaudación de impuestos o de recursos obtenidos de la industria petrolera terminan en manos de las televisoras; y en segundo término del uso del espectro televisivo que es propiedad de la nación, si bien consecionado o licitado por el Estado, pero que a final de cuentas el país no recibe beneficios de ningún tipo, ya sea en términos de una renta por el uso del espectro o al menos garantizando la equidad y la pluralidad en los contenidos.

La televisión es un arma propagandística genial: distorsiona la realidad basándose en el enfoque de matices, hace del espectador un rehén y finalmente proporciona la falsa sensación de que existen opciones para cambiar de canal o para apagar el aparato.

Desde hace tiempo el programa Televisa Deportes fue sacado del noticiero donde era una sección del mismo, de esta manera se obligó a la mayor parte del auditorio masculino -y familia que lo acompaña- a consumir el contenido del noticiero. Ahora en días recientes los miércoles fue insertado el programa de opinión política "Tercer grado", todavía antes del noticiero deportivo.

Consiente o inconscientemente el televidente queda atrapado entre los contenidos que le son administrados mientras se llega la hora para consumir el programa de su preferencia. Encomiable podría ser -arriesgada aseveración- el hecho de aprovechar la atención del televidente para informarlo de la realidad del panorama político, pero Tercer grado es una producción donde aprovechando una dinámica que simula el debate se entronizan posiciones y opiniones muy definidas que generalmente son acordes a la visión gubernamental. Tercer grado es la pinza que reafirma el mensaje emitido desde el Estado y demás poderes fácticos como la Iglesia y la iniciativa privada.

El derecho a la información es vulnerado cuando los contenidos son sesgados como lo hace Televisa (ejemplo que utilizo porque tiene mayores raitings que Azteca): Los noticiero son editorializados, se informa pero desde un enfoque particular; Tercer grado no cuenta con voces que defiendan las diferentes posiciones que integran el mosaico nacional.

Este es sólo un caso de los innumerables que suceden a diario y que ocurren con la complicidad, o cuando menos con la complacencia del Estado. La violación sistemática de una garantía constitucional refleja que México está muy lejos de ser un país moderno, democrático; México sigue siendo el paraíso de la impunidad y la injusticia.


Artículo publicado en el diario Cambio, en su edición del 11 de octubre.

martes, octubre 03, 2006

Detentar el poder

La honestidad es la mejor política
Kant


En los recientes meses hemos presenciando hechos que nos pueden llevar a una conclusión: la esencia de la política está en detentar el poder.

El eje discursivo de la política se encuentra enfocado en el bien común, en lograr la mejor manera de que los habitantes de un Estado o región puedan acceder a los servicios, en otorgar a los ciudadanos los instrumentos para asegurarse una vida de calidad. Pero en la realidad mexicana el discurso se encuentra diametralmente opuesto al ejercicio de los políticos y las instituciones.

Cuando la idea del bien común y los intereses de la clase política no apuntan en el mismo sentido, surgen o se crean -como se quiera ver- conflictos que son calificados como sociales, la explicación más sencilla se encuentra en la inconformidad de la ciudadanía ante las deficiencias en la administración pública, en cualquiera de los niveles de gobierno (ejecutivo, legislativo y judicial) o en su jurisdicción geográfica (ámbito federal, estatal, municipal).

Regreso nuevamente a los conflictos activos en el país: el EZLN surge después de largos años de miseria en Chiapas, de experimentar el abandono del gobierno, también como respuesta a los constantes conflictos religiosos en los que los partidos se beneficiaban en el reparto de tierras y regiones, situación ante la cual el gobierno hizo oídos sordos dejando las disputas en manos de los más fuertes.

El aparato del Estado atropelló la voluntad popular de la pasada elección al robar la presidencia a López Obrador, con gastos desorbitantes y campañas de miedo, apropiándose del IFE y sus sistemas de computo, corrompiendo la estructura ciudadana que organizó la elección, una fiscalía inepta que no existió para atender las denuncias, y por último un tribunal perverso que ante las múltiples evidencias de irregularidades prefirió el camino de la complicidad con el gobierno y el PAN al validar el resultado. Felipe Calderón será el próximo presidente, pero resalta el gran movimiento de resistencia que se opone a las practicas corruptas del Estado, que busca las opciones para enderezar y recuperar la legalidad y legitimidad que debe haber en todo sistema político.

El conflicto oaxaqueño tiene las mismas características, y como en los casos anteriores las variables que manejan las autoridades y operadores políticos para "solucionar" el conflicto no tienen a la población como primer sujeto de interés, por el contrario las acciones se piensan y se toman en función de los cotos de poder. Veamos lo que nos comparte Raymundo Riva Palacio en su columna en El Universal del 27 de septiembre: Ruiz está exigiendo públicamente al presidente Fox que mande a los federales. Está echado para adelante a través del espacio en los medios, el único donde aún puede hacer oír su voz, y se siente protegido por los chantajes políticos que el PRI ha venido realizando en los últimos días para seguir inyectando formol a su cadáver político. La semana pasada, por ejemplo, durante la reunión que sostuvieron el presidente del partido, Mariano Palacios Alcocer, y los líderes de sus fracciones legislativas, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, con el presidente electo Felipe Calderón, lo amenazaron que si no defendía la cabeza de Ruiz, se sumarían al PRD y no se presentarían al Congreso el 1 de diciembre, con lo cual no habría quórum en el Congreso de la Unión y no procedería la definición legal como Presidente de la República. En los días siguientes, voceros de Felipe Calderón le pidieron a Fox que solucionara las cosas en Oaxaca. En un segundo acto de la misma obra, 11 de los 17 gobernadores priístas le exigieron a Fox que no dé una solución política a Oaxaca, lo que quiere decir que no le corte la cabeza.

El interés de los habitantes queda abandonado a su suerte, los cálculos se siguen haciendo en función de cuál partido tiene el poder y cuáles son sus intereses. En México hay una estrecha relación entre gobernar y ejercer practicas de corrupción, nepotismo, influyentismo y otros vicios, teniendo por resultado lo que podemos calificar como usufructo del poder.

La necesidad primera que debe atenderse para garantizar un gobierno eficiente es la honestidad. Es urgente poner un alto a la clase política que asume un cargo público como si fuera una franquicia para hacer negocios, dejando a la deriva los temas importantes de seguridad y bienestar de la población.

Si bien es un avance que existan mecanismos que buscan la transparencia de la función pública como el IFAI -que sigue siendo muy limitado-, se debe de crear una fiscalía que persiga los delitos que son detectados, para que no queden solamente en escándalos en los medios o recomendaciones que nunca se atienden.


Artículo publicado en el diario Cambio, en su edición del 3 de octubre. También aparece en el sitio defecito.com el siguiente día.

martes, septiembre 26, 2006

Hechos aislados

Por más que los actores políticos sigan repitiendo que los problemas "son hechos aislados" y que en general el país vive en calma, ya hay bastantes síntomas que dejan ver que la actividad de gobierno y de la política han tenido resultados catastróficos.

La hipótesis que califica como "aislado" a cada acontecimiento que se va presentando, tiene por objeto mantener la impresión de que estamos viviendo en la paz y tranquilidad, último pretexto para ocultar lo que es evidente: México está exprimentando una cultura de ilegalidad y de trampas que no permiten que se genere bienestar para la población.

Cada vez son más los movimientos político-sociales que están buscando nuevas alternativas de gobierno y convivencia, con sus matices de acuerdo a su origen, pero que su común denominador denota la ineficiencia e impunidad que existe en los aparatos de gobierno y por otro lado desconocer la autoridad legal que les confiere la constitución y los respectivos códigos estatales.

El movimiento del EZLN, el pueblo de Atenco, la APPO de Oaxaca, el nuevo Frente Amplio Progresista surgido del fraude electoral; todos estos (por mencionar algunos) son grietas en la sociedad producto de la descomposición política y del desdén del gobierno por atender adecuadamente y con sensibilidad las demandas particulares de estos movimientos.

La clase política tiene la mala costumbre de permanecer en sus puestos y mantener sus dichos a pesar de la desaprobación social, aunque cometan graves errores, a pesar de que sean descubiertos en flagrancia de delitos. Mario Marín, Ulises Ruiz, Emilio Gamboa, y muchos nombres más figuran en grabaciones que muestran la manera en que gobiernan en beneficio de algunos y cometiendo ilícitos. Deberían renunciar de inmediato a sus puestos y ponerse a disposición de las autoridad competentes, por el contrario se aferran al poder a viento y marea, además arropados por sus correligionarios de partido, involuntariamente lanzando el mensaje de que no importa la magnitud del delito, se puede vivir en la impunidad por años y seguir alimentandose de los recursos que proceden de los impuestos de los ciudadanos.

Nuevas tormentas se avecinan, por ejemplo la elección de Tabasco donde nuevamente se configura una contienda entre los partidos PRI-PAN y los de la otrora Coalición PRD-PT-Convergencia. Es de esperarse un escenario semejante al que ocurrió en la elección presidencial y por consiguiente otro brote de conflicto en una nueva región del territorio nacional.

Los medios de comunicación, principalmente la televisión, han abonado a los conflictos, tanto la línea editorial como cada reportero y comentarista político han renunciado a la tarea de hacer un análisis razonado y ponderado, en su lugar tomar partido -generalmente por los actores en el poder, los que manejan los recursos de la nación- defendiendo alguna causa y polarizando el ambiente.

La división que experimenta México es responsabilidad directa de la clase política, incapaz de la autocrítica y el ejercicio ético de su función ha orillado a la sociedad a buscar formas de cambiar las inercias con el fin de mejorar la calidad de vida. Si bien cada movimiento social es criticado por sus pecados, no se puede discutir la validez de su origen, todo ciudadano tiene el derecho de buscar mejores formas de gobierno y seguridad para su persona y su comunidad.

La intransigencia de los órganos de gobierno por no ceder y dificultar la negociación también empuja a los movimientos sociales y a sus lideres a adoptar posiciones radicales. Sin embargo es responsabilidad de los poderos, quienes ostentan cargos públicos y que tiene a su disposición a los cuerpos coercitivos del Estado, es su responsabilidad ser flexibles y buscar mediar entre sus propios intereses y los legítimos que provienen de las comunidades, a quienes deben su puesto y a quien deben servir.

Desafortunadamente hay pocas señales de que los actores políticos puedan mostrarse sensibles a los problemas reales del país, por lo que seguirán surgiendo manifestaciones que pongan en entredicho la función del gobierno y busquen sus propios métodos para tener un mejor horizonte de vida.

Artículo publicado en el diario Cambio, en su edición del 25 de septiembre. También aparece en el sitio defecito.com el mismo día.