miércoles, diciembre 12, 2007

Memorias de una infamia

No existimos sin el otro
Lydia Cacho


El pasado jueves 29 de noviembre dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Jesús Silva-Herzog Márquez y Javier Solórzano en compañía de la autora Lydia Cacho, presentaron el libro "Memorias de una infamia". Horas antes de este evento la Suprema Corte exoneró al gobernador Mario Marín por las acusaciones de violación a las garantías individuales de la periodista, por lo que en el salón 5 de la Expo se respiraba indignación mientras la noticia pasaba de boca en boca.

Fue muy interesante observar polos opuestos en los presentadores. Jesús Silva-Herzog Márquez intervino primero, los aproximadamente 20 minutos que habló dijo muy poco, daba la impresión de que estaba hablando de vegetales o de nubes, al verlo recordé aquel artículo de Gabriel Zaid donde bromea de la gente de cultura que habla acerca de los libros sin haberlos leídos, esa impresión tuve de un gris Jesús Silva-Herzog Márquez.

Javier Solórzano por el contrario fue puntual en sus señalamientos. Criticó la actual labor periodística que mayormente consiste en comentar los comentarios de los políticos (sic), sin hacer una interpretación o investigación a los hechos. De igual manera puso el dedo en la llaga al hablar que la labor del periodista se ve ensombrecida porque los dueños o los patrocinadores de los medios no permiten investigaciones de hechos que podrían afectar sus intereses, poniendo de manifiesto las complejas redes de intereses entre políticos, medios, empresarios, y hasta organizaciones criminales. Finalmente ensalzó la labor de Lydia Cacho, pues las cosas deben denunciarse "cuando duelen" y no cuando los temas dejan de tener vigencia.

Esta representación seguramente explica la razón por la que Jesús Silva-Herzog Márquez tiene seguro su espacio en la televisión abierta (Entre 3 de TV Azteca) mientras que Javier Solórzano fue expulsado por su famoso programa "Circulo Rojo" que tanto molestó al expresidente Vicente Fox, logrando sacarlo de la pantalla chica.

Al final hubo oportunidad de que los asistentes se dirigieran a la periodista, me llamó la atención particularmente una dama que le preguntó dónde le podían depositar dinero para ayudarla. La impresión que tuve fue que esa persona necesitaba hacer algo para tener tranquila su conciencia, es decir, como si se tratara de un Teletón, donando algunos pesos y luego olvidándose del problema.
A final de cuentas la mejor manera de apoyar a Lydia Cacho podría ser no volviendo a votar por el PRI de Mario Marín o por el PAN de Felipe Calderón que prometió en campaña ir por el gobernador precioso y que al llegar a la presidencia fue a tomarse fotos con él. De otra manera, y sabemos que volvió a arrasar el PRI en Puebla, tal parece que estamos siendo cómplices de que la impunidad y los crímenes se sigan cometiendo.

Y mientras usted y yo escribimos y leemos este artículo, mientras la corte traiciona los elementales derechos humanos y recibe la felicitación del mismísimo Mario Marín, chicos siguen siendo explotados sexualmente en muchos lugares de este país.


Algunos enlaces: CIAM y Lydia Cacho.